jueves, 29 de agosto de 2013

Capítulo 4: Pitbull te sujeta el pelo

Bienvenidos una vez más a este blog que perderá su fe como no llegue el sexo pronto. 

Ponemos los ojos en blanco al ver las páginas que llevamos leídas: ¡85! Y NI SIQUIERA se han besado. Parpadeamos repetidamente, hasta sentirnos llenos de éxtasis en la discoteca de Mentiras y gordas. Nos quitamos las lentillas antes de que pasen a formar parte de nuestra córnea.

Se nos seca la boca, pero hoy no es un problema de deshidratación, sino de juventud y ganas de quemar Madrid. Comprendednos ¿quién no iba a irse de fiesta un miércoles de agosto a una zona de lujo que no se puede comparar ni con Puerto Banús? Exacto, hablamos de Las Lonjas de Moratalaz: lugar por excelencia de peregrinación de canis refinados, es además el sitio de moda de las parejas de señores y señoras, en la horquilla de edad de las lectoras de 50 Sombras, que se atavían como si fuese Nochevieja, para perrear al son de la música de los jóvenes - porque ellos se sienten felices veinteañeros (cabeza de viejo, cuerpo de joven) - y acabar borrachos a base de daikiris, dándose el lote como unos adolescentes novicios en cualquier rincón. Un espectáculo digno de ver con una sangría Don Simón en la mano, para empaparse de las maravillosas y apasionadas historias de amor que sonrojarían hasta al mismísimo Christian Grey.


Como no queremos envidiaros con nuestra trepidante vida, volvemos a daros una sorpresa que carece de ser sorprendente. Como ya hiciésemos con el protagonista masculino de nuestra historia de sexo sin sexo preferida, y viendo la buena acogida que tuvo entre los enfermos fervientes seguidores que nos leen a diario, hemos optado por realizar ¡otra encuesta! 
Sí, como si no fuesen suficientes las que nos hacen por teléfono, en la puerta de nuestra casa, por Internet, en el móvil, en el metro, en la calle, en clase, en el trabajo y hasta en los hoteles.  
¡Ah, los hoteles! Esos lugares a los que uno va a descansar de la agobiante rutina y, cuando llega a su habitación de 30 metros cuadrados, huyendo del mundanal ruido y tedio de la gran urbe, se encuentra en el escritorio con un folio DIN A3 en el que pone “ENCUESTA DE SATISFACCIÓN DEL CLIENTE” en la que pones que todo te encanta para poder volver. Porque, reconozcámoslo, sólo has venido por el buffet libre del restaurante y la playa, que para eso has estado seis horas de viaje a Valencia, metido en atascos insufribles y has resistido el impulso de tirar por la ventanilla al meón/meona de la familia, que tenía que parar cada vez que arrancabas el motor de tu Seiscientos.

Sin más dilación os dejamos con el reparto femenino de estrellas que dejaría en bragas al mismísimo Paseo de la Fama de Hollywood:

-         Kristen Stewart: Como sabéis, la protagonista, Ana, tiene demasiadas similitudes con el papel que nuestra actriz favorita encarnaba en la profunda y filosófica obra “Crepúsculo” escrita por Platón  Stephenie Meyer, y llevada al cine por algún mamarracho  gran visionario de la industria.  ¿Pero qué similitudes tienen las dos? Os preguntaréis... sólo las mentes más despiertas pueden verlas: Bella Swan es torpe, desaliñada, por supuesto VIRGEN Y ABSTEMIA y no sabe hablar con el guapísimo y misterioso Grey-Pattattinson. ¿Plagio? ¿Qué plagio? El día que E. L. James plagie algo, Lucía Etxebarría participará en un reality show.
En definitiva, este papel en nuestra imaginación sería la oportunidad de Kristen, su salto definitivo a la fama, lo que le permitiría mostrar sus dotes de actuación (no en vano la llaman “La mujer de las mil caras”). Además ¡ayudaríais a otro personaje muy querido en la industria! ¡Su dobladora! Por fin ésta mostraría su saber hacer ante los quejidos guturales que emite Stewart cuando supuestamente tiene que hablar. ¿Y qué mejor papel para gruñir que éste de sexo sin sexo?

-         Carmen De Mairena: La gran diva del espectáculo de España pretende dar el salto a la gran pantalla de nuestro blog. Carmen, que  lleva a sus espaldas años de actuaciones en clubes nocturnos de Barcelona, cuenta con sobrada ventaja. Es conocida por la tercera edad por culpa de la factoría de frikis por excelencia: “Crónicas Marcianas”; esa gran producción en la que nos mostró sus cualidades, a saber: sus dos pechos seniles y su movimiento de lengua.
Poetisa chabacana del siglo veintiuno encuadrada en el movimiento postmoderno y metida a política en su ciudad natal (dónde cosechó más votos que la secta rosa de Rosa Díez, UPyD) quiere seguir en la línea de mostrar más talento que el derrochado en un vídeo porno con Dinio. Su gran frase en el film: “Que electricista ni que electricista que tengo el chichi echando chispas” nos hace sentir que es idónea para el papel. ¿No se os ponen los pelos de punta cuando pensáis en votarla?

-         Leticia Sabater: Leticia se merece una décima otra oportunidad. Sobre todo tras lo bien lo hizo educando a la generación de niños de comienzos de los años noventa (AKA Los autores del Blog) con sus grandes bailes y canciones como el “Letirap” y sus frases molonguis como “Al mediodía, alegría” u “Okey Okey, Makey”. Pero tras su éxito con la muchachada, a falta de una buena dosis de fama, la buena de Leticia se echó a perder y se dedicó a vagabundear por programas de baja calaña, acabando por adquirir un más que notable y hermoso estrabismo. Después, cuando todos creíamos que estaba muerta y enterrada en una zanja, volvió al mundo de la música con un single súper sensual titulado “Mister Policeman” en el que hace de prostimita a las bailarinas de los videoclips de reggeaton, o a Miley Cyrus (esa chica que está para el desguace y que, inexplicablemente, pone cachondos a los hombres). Lo que la hace idónea para nuestra encuesta es su baile sin freno y lleno de lujuria en el mencionado single, en una piscina rodeada de culturistas en la que saltaba hasta que se le veían los píxeles del pecho, tarareando una letra que sería la BSO de cualquier musical del momento. Por todo ello y porque no tiene novio, confiamos en sus dotes de actriz y en su necesidad sexual para clavar este papel tan juvenil, tronquis.

-         Rosa Díez: La sucedáneo de fascista política vestida de rosa se merece un respeto y una profesión de verdad, para poder sentirse realizada entre tontería y tontería que sale de su boca. Su candidatura se ha antepuesto a la de otros pesos pesados del politiqueo, como Cospedal, gracias a que unos de los componente de nuestro equipo se ha leído dos capítulos del libro de Díez.
Su reflexión: me propuse leérmelo entero junto al de 50 sombras, llamadme loco, podéis hacerme una estatua de oro si queréis. Pero esto sólo ha conseguido alimentar mi odio hacia ese ser que... *censurado*.
Además, nos hemos visto obligados a ofrecerle el puesto, ya que su partido aboga por la igualdad ¿y qué mejor igualdad que  equipararse a su gran amigo, actor y aún mejor político Toni Cantó (cuya carrera es fulgurante)? ¿No os imagináis a Rosa Díez con un vestido de Ágata Ruiz de la Prada completamente rosa en la alfombra roja de los Óscar, intentando ligar con George Clooney?  Nosotros tampoco. Sólo por esa imagen, merece vuestro voto.

-         Isabel Pantoja: Necesitábamos a una folclórica entre nuestras candidatas pero, como ya se han muerto la mayoría, tenemos que tirar de las rebeldes sin causa ante la justicia. Exacto, como bien habéis leído en el subrayado, nos referimos a La Panto, esa mujer que no se afeita el bigote since 1975. Gran cantante de renombre, conocida en las américas y las áfricas, representa la Marca España a la perfección: flamenco, cortijos en Andalucía, amores con toreros, hijos gordos que se meten a DJ, noviazgos con políticos y blanqueo de dinero. Ella es un concentrado de lo que España quiere mostrarle al mundo y, si ese mundo, los señores policías y la candidatura a los Juegos Olímpicos de 2020 que es una oda a las chanclas nos lo permiten, haremos que también deslumbre con su arte y sus bailes a toda una generación de amantes del sadomasoquismo mal contado. Porque sabemos que, aunque su compañero en ésta aventura fílmica no sea el gran galán Julián Muñoz, le echará todo su arrojo y pasión, cantando aquella de “Marinero de luces” como banda sonora de su primera penetración. ¿Os la queréis perder?

¡UAU! ¡GUAU! ¡SÍ, TRONQUIS!

Y ahora, vamos al tajo. Esta vez no pensamos hacer un flashback sobre lo ocurrido anteriormente - podéis iros a los otros capítulos en el blog (¡vagos! Bueno, sí, vagos nosotros, pero es nuestro blog y esto nunca ha sido una democracia) - porque nos encontramos realmente emocionados con el clímax final con el que os abandonamos en la entrada anterior. 
Recordad que dejamos a Ana a punto de ser atropellada por un ciclista A TODA VELOCIDAD y que Grey, tan caballeroso él, la agarró para salvarla la vida y ahora están boca a boca, muy cerquita y sin besarse. Plastastasia sigue siendo virgen de beso.
Este nuevo capítulo empieza con la parte pastor alemán de Ana saliendo a relucir a la par que ella jadea para sus adentros cual perra en celo demandando un beso. Sin embargo, contra todo pronóstico, y para alargar más esta insufrible trama, Grey, muy sabio y contenido, ferviente seguidor del halo de castidad de los Jonas Brothers, la aparta a tiempo. Ante este despertar hormonal acompañado con demasiado contacto físico de sopetón, ella sólo puede hacer su gesto favorito: FRUNCIR EL CEÑO. Este gesto mágico acompaña su zambullida en la adolescencia, haciendo que nuestra guapa protagonista pase repentinamente por una fase que todo crío de los noventa ha sufrido: la vena emo. Así asistimos a pensamientos como: que no la quiere, que no le gusta, que no le hace una tortilla de espárragos... Hasta que el misterioso Grey insulta al ciclista y le amenaza con quitarle dos puntos del carné (recordemos que ahora tiene un contacto estrecho con la DGT).

De este modo, lo que vosotros veis como una escena de tensión sexual muy mal resuelta, nosotros lo vemos como el germen de una protesta ciudadana, la antesala a una nueva era de manifestaciones, ya que E. L. ha tirado a lo fácil. Y os preguntaréis ¿qué es lo fácil? ¿Crear una escena insulsa para martirizarnos con esta obra infernal sin motivo alguno, sólo para que sus más que mascados y regurgitados personajes, nada originales, estén pegados el uno al otro durante cinco páginas? No.
Lo fácil es meterse con las minorías: la minoría de los ciclistas. ¿Que hubiera sido más fácil escribir que se trataba de un coche o que Ana se cortaba con un abrelatas? ¡Mentira! Ha ido a matar al sector débil, porque nosotros estamos con el ciclista. Nos imaginamos al pobre Pancho, montado en su bicicleta pagada a plazos, obligado a conducirla en una ciudad donde el carril bici es inexistente (para que os hagáis una idea, como los de España, un centímetro más, un centímetro menos) ya que la clase política, que aboga por la "movilidad sostenible" se ha dedicado a recortar en educación, aprovechando a un profesor en paro para que trace con tiza EL PUÑETERO CARRIL BICI. Así que no, E. L. James, ni se te ocurra hacernos pensar que el pobre ciclista iba por la dirección equivocada y por el arcén cuando has creado un personaje femenino tan patético que SEGURO QUE HABÍA IRRUMPIDO EN LA DIRECCIÓN DE NUESTRO COLEGA PANCHO, JODER.

Pero, a lo que íbamos, como era de esperar, Anastasia, como siempre que se encuentra en una situación medianamente comprometida, decide huir y acaba llorando como una cría y sentada, en búsqueda del pudor, en el suelo de un párking. Probablemente no haya cosa más asquerosa que el suelo de un párking: con las pisadas de la gente, las huellas de los neumáticos, el aceite de los coches y la fauna urbana que se pasea por su superficie; además de que es el lugar idóneo para vivir una peli de miedo,  y Trending Topic en sitios visitados por violadores en serie. Sin embargo, Ana opina que es el emplazamiento perfecto para contar sus traumas infantiles nada sorprendentes: era el Patito Feo del colegio (desconocemos si se parecía a la niña de la serie homónima, aunque Las Divinas le podrían haber dado un toque musical, chispeante y divertido a esta obra infumable), lo que fomentaba que nadie la quisiera para jugar porque, para más INRI, tenía y tiene menos coordinación que un salmón bailando hip-hop. También intenta dar pena recordando que una vez se enamoró de un chico en la clase de química, por lo que podemos declarar que le gustan RARITOS. Ya sabéis, chicas, si no os gusta el quarterback del instituto y sí el jefe del equipo de debate, más os vale replantearos vuestra vida sentimental. Es un nuevo consejo de E. L. ft. El FROM.

Después, asistimos al momento verdulera que todos estabais esperando: la charla surrealista con Kate quien,  por si no lo recordáis, también muy guapa y muy profunda, también conocida como “Santa Inquisidora” por realizar preguntas incómodas como "¿Qué tal tu cita con Grey?".  Lo peor de la conversación es que, como todo el libro, decae aún más al final; aunque empieza muy bien con un “hijo de puta”, todo queda en agua de borrajas.

Con esto, nos vemos obligados a hacer un paréntesis dirigido a los hombres heterosexuales que tenéis el honor de leer la obra: las conversaciones entre mujeres NO son tan aburridas, llenas de clichés o vacías como las que se retratan aquí, en las que no se habla de nada o se utilizan símiles con la mitología para parecer intelectuales (como es el caso de Ícaro. Grabadlo bien en vuestra memoria, porque lo repite tanto que el propio Ícaro se vuelve un personaje principal).
En realidad, las verdaderas conversaciones entre mujeres sobre temas de este calibre estarían llenas de insultos varios, "tienes razón, tía, es un gilipollas" repetidos a cada palabra y frases muy profundas llenas de insultos subliminales con las que sería imposible no identificarse.

Siguiendo con la lectura, encontramos un párrafo dedicado exclusivamente a un sueño de Ana, gracias al que se pone de manifiesto, nuevamente, su estado mental ¿quién no ha deseado soñar alguna vez con dibujos de hojas en la espuma de la leche? ¿Y quién no desearía - tras leer este bodrio - que en realidad toda la vida de Ana fuera un sueño y se encontrase para siempre dormida en el párking, encerrada en una escena de cine gore?
Pero no, precisamente nuestros sueños no se hacen realidad y Anastasia por fin acaba los exámenes (¿habrá utilizado aséptico en su última redacción?), recibiendo como regalo en su propia casa un paquete muy misterioso que abre, sin pensar por un segundo que puede ser una bomba para acabar con su vida (bastante probable) o un nido de gusanos (menos improbable). Sin embargo, nuestro gozo se hunde en un pozo cuando el regalo resulta ser de Grey - un psicópata primario que, de repente, ha averiguado la dirección de su casa, pero es majo porque le manda regalos. ¿Reaccionaría igual si en vez de Dedos Largos fuera un adolescente con granos? - ¡y, sorpresa! ¡Son unas primeras ediciones del libro favorito de Anastasia! (Lo que demuestra que no entiende a su nueva presa para nada, ya que le podría haber regalado un suministro de por vida de té y haber quedado como un rey. Aunque para ello tendría que haberse disculpado primero, ya entendéis).

Hasta que llegamos... ¡AL MEOLLO DEL CAPÍTULO! La fiesta que acontece en el Bar Paco - o un club de carretera similar con un cártel con luces de neón rojas en la fachada - en el que nuestras chicas, acompañadas del nuevo Jacob y amigos a los que nunca han mencionado, van a celebrar que ya son graduadas y que pueden botar, votar y hacer volteretas. Es entonces cuando nuestra protagonista, abstemia hasta que se demostró lo contrario - se pone sorprendentemente borracha en un acto de intachable madurez, siendo la típica borracha de "un día es un día" y nos revela un gran secreto: su amigo se llama José Luis Rodríguez. 
Como sospechamos que esta identidad puede ser el germen de otra nueva ola de manifestaciones, decidimos investigar cuáles son las oscuras intenciones de E. L. al escoger ese apellido y no otro, recurriendo a la fiable Wikipedia. Ésta nos remite a José Luis Rodríguez Zapatero y a José Luis Rodríguez “El Puma”.
Asimismo, descubrimos que numerosos estudios avalados por la Universidad de Cambridge demuestran que Zapatero y “El Puma” son la misma persona y conforman un ente que sufre de doble personalidad y que no se descarta que en un futuro empiece una nueva vida como submarinista en las Islas Marianas.

Tras estos descubrimientos impactantes, dignos de La nave del misterio, decidimos volver a la lectura y no nos da tiempo a recuperarnos, ya que nos encontramos de sopetón con que Ana...

VA SOLA AL BAÑO  





EN ESTADO DE EMBRIAGUEZ 







SEGURAMENTE ES UN HOMBRE 





JAJAJAJA ¿OS LO IMAGINÁIS? AHÍ SÍ QUE GREY DISFRUTARÍA POR EL LADO DE LAS SOMBRAS JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA








pero eso no es lo importante, sino que realiza un Epic Fail y llama a Christian, echándole en cara todo lo que jamás le pensaba decir y culminando en una discusión tan terrible como un capítulo de los Teletubbies zanjada con un "voy a buscarte" por parte del macho de la manada quien, recordemos: SIGUE SIN TENER NINGUNA  PISTA CLARA SOBRE DÓNDE SE ENCUENTRA ELLA. Sin embargo, nosotros hemos sido capaces de descubrir la verdad en un especial de investigación que hemos titulado: 50 Sombras, detrás de las cámaras. Como cabía esperar, lo que sucede realmente en esta escena es que, en realidad, Ana está sentada en el váter y ha tecleado un número al azar de los que escriben en las puertas de los retretes, justo el que estaba debajo de la descripción: “Papi Camionero para niñato pasivo, zona Toledo”.

Finalmente, Ana que va más pedo que Alfredo (o no, porque según una fuente verídica en las Fallas de Valencia, Alfredo dijo que él iba más borracho) sale al fresco con su silla de madera, su vestido negro, su flor en el pelo, y un mantón para no pasar frío (o, al menos, así sucedería si votaseis a La Pantoja) y, entonces... el chico de triple personalidad Zapatero-Puma LA INTENTA BESAR (insertar aquí la BSO de Origen para más impacto). 
Pero como os llevamos comentando desde el primer momento, Ana no es una fresca cualquiera y se resiste bastante; sin embargo, su amigo José, cuya nueva identidad ahora es violador de tercera, la sujeta muy fuerte para que no huya hasta que ¡SORPRESA!... aparece Grey en el momento justo con pose de John Wayne y un tono de voz grave que acaricia una frase más dura que una piedra: “Creo que la señorita ha dicho que no", haciendo huir al peligroso atacante tras un duelo de... MIRADAS.



UAU.  




¡NO, ESPERAD! Que este giro de la trama que todos nos esperábamos no acaba aquí, porque el verdadero punto álgido llega cuando Ana echa la pota delante de su Príncipe Dedos Largos y él, en un acto de amor, utiliza esos dedos para sujetarla el pelo (no, el púbico no), hasta que rave de una vez por todas el champán, el margarita y la cerveza. Porque, en efecto, todo el mundo sabe lo bueno que es mezclar la primera vez que uno se quiere emborrachar.
Asimismo, no podemos evitar hacer un símil entre nuestro amado protagonista, y nuestro amado cantante Pitbull (GUAU, UAU). ¿No os habéis dado cuenta de que Grey y él están en todas partes?: en los bares, en las casas, tocándole el culo a modelos en las playas... Pero si en algo le supera con creces nuestro cantante favorito, es que Pit sirve para todas las ocasiones, bodas y bautizos. Todo el mundo lo sabe. ¿Que estás triste? ¡La música de Pitbull te anima! ¿Que estás on fire? ¡Pitbull Te lleva al éxtasis! ¿Que estás vomitando? ¡Pitbull te sujeta el pelo!

Tras este bochornoso espectáculo, que, por cierto ,es mucho más leve que la que se lía en los botellones de los adolescentes en El Lago, nos percatamos de que Grey no tiene suficiente con acosar a Torpe Steele, así que lleva a su hermano Elliot para que acose a la amiga de ésta, la “Santa Inqusidora” Kate; algo que no tiene ni pies ni cabeza, pero permite crear otra pareja que va a carecer de total importancia a lo largo de la trama.

En la cumbre de lo irreal, nuestra pareja vuelve al bar-disco-móvil para que la enamorada de nuestro psicópata favorito beba un vaso de agua (detallazo) y de golpe y porrazo se ponen a realizar una actividad que toda persona que acaba de vomitar llevaría a cabo sin dudar: bailar en la pista. El punto que le falta al capítulo, bueno, uno de los muchos puntos, es no saber qué canción estarían escuchando ¿“Danza Kuduro”, “Te pintaron pajaritos en el aire”, “Caliente”, “Pegadito, suavecito” o acaso los estadounidenses huyen de éstas canciones que rompen esquemas y se postulan como el gran legado de la humanidad? 
Pero dejémonos de dudas existenciales, porque E. L. nos obsequia con una nueva enseñanza: Fingers sabe bailar y Platastasia recuerda una cita de su madre, cosecha de James: “Nunca te fíes de un hombre que baile bien”. Nosotros añadiríamos otra: “No te fíes de un hombre que te sujeta la puerta ... o el pelo, a no ser que sea Pitbull. Si es él, sí. Y huye si al que vomitas es a tu padre".

Finalmente, este  capítulo cuenta con un plus para adolescente ¡las tácticas de ligoteo de Kate, patrocinados por la revista Bravo y Leticia Sabater en un intento de ser ganadora! Si queréis llevaros a todos los tíos de la disco, chicas, poned el culo en pompa dentro de vuestros vaqueros ajustados y pareced esas modelos semidesnudas de los videoclips de raperos del Bronx.
Pero cuidado ¡si os ve vuestra madre, seguramente querrá daros una charla sobre sexo seguro! Algo acerca de niños que trae la cigüeña de París o que la Torre Eiffel es un símbolo fálico.
¿Y mientras tanto? ¿Dónde está Bella 2.0? ¿Ha puesto también el culo en pompa? ¿Sigue vomitando en medio de la pista? ¡NO! Ella se encuentra on fire ¡en lo más alto! De lo que nos enteramos gracias a la capacidad de redacción de E.L., llena de descripciones que haría un niño de catorce años cuando entra por primera vez en Kapi Light, viviendo en su burbuja y hablando de las luces de colores; aunque, como Ana es una borracha pero ¡eh, ante todo graduada! piensa también en los sistemas de refracción de la luz, en los colores RGB, en las teorías de Newton y Huygens y un largo etcétera científico no apto para mezclarlo con éste libro, y súbitamente en un nada forzado giro de guion Ana se desmaya. En los brazos de Grey.

¿Dónde se ha metido Jacob?

¡Recordad que nuestra votación masculina sigue abierta! ¿Si tu favorito es Bertín... vas a dejar que siga en cabeza con esa ventaja tan pequeña? ¿Crees que Pipi es el verdadero macho ibérico y desearías imaginártelo en una escena más caliente que la Patata del Gran Prix? ¿Opinas que Hugh merece el castigo de aparecer en este blog y en la imaginación de miles de lectores que no nos leen? ¿Crees que El Fary debería resucitar para dar un verdadero salto a la fama en un musical lleno de amor y zombis? ¿Crees que el mundo se ha olvidado de Pattattinson y merece una nueva oportunidad para demostrarnos que tiene más de Cedric que de Cullen?¡Tienes hasta el 1 de septiembre

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